Autismo
El autismo es un espectro de trastornos caracterizados por un
grave déficit del desarrollo,
permanente y profundo. Afecta la socialización, comunicación,
imaginación, planificación y reciprocidad emocional, y se evidencia mediante
conductas repetitivas o inusuales.
Diagnóstico
Indica que
para un diagnóstico de autismo es necesario que se den una serie de
características englobadas en tres grupos. El primero de ellos hace referencia
a alteraciones en las relaciones sociales; el segundo se refiere a alteraciones
en la comunicación, y el tercero alude a una serie de patrones de
comportamiento, intereses y actividades restringidas, restrictivas y
estereotipadas. El DSM-5 cambió la manera de codificar el trastorno, pasando a
integrarse dentro del denominado Trastorno del espectro autista
junto a otros síndromes que anteriormente se consideraban como entidades
diagnósticas independientes, como el Síndrome de Asperger.
Aspectos
cognoscitivos
Alrededor
del 75% de los pacientes diagnosticados de autismo presentan algún grado de
retraso mental. Se da la circunstancia de que a medida que aumenta el grado de
retraso mental, aumenta también la prevalencia del autismo. Puede decirse que
resulta difícil establecer los límites entre el autismo y el retraso mental en
aquellos casos en los que la deficiencia mental es muy severa.18
No obstante, uno de los problemas de esta determinación es que se basa en una
medición del cociente intelectual (CI) que no es
factible ni fiable en ciertas circunstancias. También se ha propuesto que puede
haber individuos sumamente autistas que sin embargo son muy inteligentes y por
lo tanto, capaces de eludir un diagnóstico de autismo. Esto hace que sea
imposible hacer una determinación exacta y generalizada acerca de las
características cognitivas del fenotipo autista.
Sin embargo,
se sabe que los niños superdotados tienen características que se asemejan a las
del autismo, tales como la introversión y la propensión a las alergias.19
Se ha documentado también el hecho de que los niños autistas, en promedio,
tienen una cantidad desproporcionada de familiares cercanos que son ingenieros
o científicos.20
Todo esto se suma a la especulación controvertida de que figuras históricas
como Albert Einstein e Isaac Newton,
al igual que figuras contemporáneas como Bill Gates,
tengan posiblemente síndrome de Asperger. Observaciones de
esta naturaleza han llevado a la escritora autista Temple
Grandin, entre otros, a especular que ser genio en sí "puede
ser una anormalidad".21
Tratamiento
No existe
por ahora un tratamiento que cure el autismo. En la actualidad el tratamiento
preferido está basado en el análisis conductual aplicado (Applied Behavior
Analysis o ABA), puesto que estudios científicos e independientes han
demostrado su utilidad para elevar el nivel de funcionamiento de los niños con
comportamientos autistas. Se cree que un inicio temprano de la terapia y la
intensidad del mismo mejora las probabilidades de aumentar el nivel de
funcionamiento. Los niños pueden llegar, con cursos intensivos tempranos e
individualizados de este tratamiento, a hablar, leer, escribir etc. El sistema
CABAS (Comprehensive application of behavior analysis to schooling, -en
español: Aplicación comprensiva del análisis del comportamiento a la enseñanza)
es un sistema cibernético de enseñanza, propuesto por el doctor Douglas Greer del Columbia
University Teachers' College, que se individualiza en cada alumno.27
Existen una
serie de tratamientos no probados que son populares entre los padres de niños
autistas. Tal es el caso de tratamientos biológicos y terapias de diversos
tipos; algunos padres consideraron que el tratamiento con quelantes
ha mejorado significativamente sus niños autistas.28
Al día de hoy sin embargo, sólo los tratamientos psicológicos conductuales
presentan fuerte evidencia a su favor.
Integración
a escuelas regulares
Los niños
con autismo se pueden integrar a escuelas regulares, siempre y cuando cuenten
con los apoyos que requieren para aprender y desarrollarse en la escuela. Cada
niño es único con sus fortalezas, gustos y retos. Es decir que tampoco los
niños con autismo son iguales entre sí, por lo que en la escuela se debe formar
un equipo de trabajo junto con la familia y si es necesario especialistas
externos. Este equipo se encarga de definir los objetivos para el alumno, así
como la forma en que van a trabajar con él. Es muy importante tomar en cuenta
las fortalezas del niño al diseñar su programa.
Es así mismo
de vital importancia crear conciencia en los colegios y escuelas acerca del
autismo y sus variantes (como el síndrome de Asperger por ejemplo) a fin de
erradicar el acoso escolar o bullying del cual pueden
ser víctimas a causa de la ignorancia.
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